viernes, 17 de febrero de 2017

O te mueves o te mueres


Vivimos una época de cambios constantes. Empresas que durante años han vivido en la tranquilidad de que su modelo de negocio les garantizaba la rentabilidad ven, de la noche a la mañana, cómo cambian las reglas de juego y se ven obligadas a reinventarse.

Y no me refiero sólo a grandes tendencias tecnológicas. Cualquier sector de la actividad económica puede verse transformado de la noche a la mañana en una suerte de pesadilla de la que las empresas, que no suelen tener una rápida capacidad de reacción, no son capaces de salir. 

Los videoclubs murieron con la llegada de la televisión privada, pero los transportes se van a ver alterados por la llegada de drones y vehículos autónomos a cada vez más ámbitos de nuestra vida, la industria 4.0 va a poner al alcance de cualquier cliente la posibilidad de crear productos que hasta ahora requerían de grandes tiradas y las posibilidad en comunicaciones hacen que cualquiera pueda atender a un cliente desde la otra parte del mundo. Incluso la banca, un sector tradicionalmente refractario al cambio, ve la amenaza de las llamadas empresas fintech, y ha comenzado a ofrecer servicios como Bizum, que proporciona transferencias de dinero instantáneas entre clientes. Y existen muchas áreas en las que el día a día de las empresas va a cambiar. 

Me corrijo: ya está cambiando. Porque a tu alrededor están surgiendo empresas que funcionan muchas veces sin sede, atendiendo a sus clientes desde cualquier sitio, con una atención multicanal (teléfono, e-mail, redes sociales, whatsapp y otros canales).

¿Tu producto o servicio es tan único que no puede ser replicado? Si es así, quizás puedas permitirte el lujo de seguir como hasta ahora, pero mi recomendación es que comiences a explorar qué cambios puedes hacer para mejorar tu forma de trabajo, tu forma de relacionarte con los clientes, las facilidades que les das para hablar con tu empresa, para hacer pedidos, para gestionar sus operaciones...

Por que si no lo haces, las nuevas empresas que están surgiendo te van a pasar por encima. Esas empresas, con costes de funcionamiento muy ligeros, con herramientas que les permiten dar un servicio mucho más eficiente, apoyándose en herramientas informáticas que les permiten reducir las tareas burocráticas, que facilitan a sus clientes la comunicación, están surgiendo como setas y además van a poder ofrecer menores precios, más agilidad y una relación al cliente mucho más cercana. 

Te doy algunos ejemplos para que pienses si en tu empresa pueden ser aplicables:
- ¿Tiene tu empresa un número de whatsapp para facilitar el contacto a los clientes? 
- ¿Has comprobado si es fácil hablar con tu empresa o localizar a determinadas persona? La telefonía IP mejora la forma de comunicar a la empresa con el exterior y además nos permite analizar cuándo hay que dotar de más medios a la empresa. Hay empresas con las que es tan complicado hablar que los clientes acaban pasándose a la competencia por pura necesidad.
- ¿Pierde tu empresa mucho tiempo y dinero en tareas relacionadas con el papel? Impresión de albaranes, facturas, envío por correo postal o envío por e-mail de forma manual, introducción manual de pedidos, elaboración manual de presupuestos, contabilización manual de facturas, archivo manual de documentación... todas estas tareas se pueden automatizar en gran medida liberando un tiempo valioso para otras tareas mucho más productivas.
- ¿Dedica tu empresa tiempo a analizar mediante hojas Excel diferentes aspectos de la actividad? Hay herramientas de BI (Business Intelligence) que ahorran todo el tiempo de crear esas hojas, de introducir datos y evitar posibles errores. Y además nos permiten múltiples posibilidades de análisis.

Seguro que no es tu caso, pero muchos informes alertan de la escasa cultura tecnológica del directivo español. Muchos incluso se vanaglorian (para escándalo de sus colegas de otros países) de no utilizar redes sociales en su trabajo.

Si no estás pensando en cómo mejorar tus procesos, despierta, porque ya llegas tarde a la nueva economía. 

Si estás entre las empresas que ya han revisado cómo pueden mejorar sus procesos, incluso así, no te puedes dormir en los laureles, porque el ritmo de los cambios tecnológicos es tan frenético que obliga a estar al tanto de lo que hacen el resto de empresas para no quedarse atrás.

La buena noticia es que muchas de las herramientas que van a permitir a cualquier empresa lograr estos cambios tienen unos costes muy asequibles. Cuando quieras lo hablamos, estudiamos cómo funciona tu empresa y te damos las recomendaciones para mejorar. Tú decides.

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