martes, 25 de junio de 2013

¿Obligamos a ahorrar a las empresas?

Hace unos días estuve en una empresa de transportes de Navarra muy interesada en implantar la factura electrónica en sus procesos de negocio. Sin embargo, no hubo nada que hacer: la razón no fue tecnológica, sino mental. 

Me explico: según me explicaron, prácticamente el 100% de sus clientes exigen que la factura les llegue en papel junto a los albaranes originales firmados correspondiente a cada entrega de mercancía. 

Y yo me pregunto: ¿dónde han aprendido los gerentes de esas empresas a gestionarlas? ¿Se han parado a pensar en el tiempo y el dinero que pierden y que hacen perder a sus proveedores con tales exigencias? Menos mal que la ley no les permite exigir las facturas en papel de pergamino y escritas con una pluma de ganso, porque si fuera posible, también las exigirían.

Hoy en día la tecnología permite garantizar la autenticidad de un documento escaneado, tanto en lo referente a la fecha como a que dicho documento no ha sido alterado.

Incluso la propia administración, ejemplo que a cualquiera nos viene a la cabeza cuando pensamos en palabras como burocracia, ineficiencia, lentitud... ha dado el paso hacia la factura electrónica. En algunos casos admitiéndola, como ya hacen muchas entidades públicas en Navarra, y en otros, como anunció recientemente el gobierno de Mariano Rajoy, haciéndola obligatoria para los proveedores de la administración, situación que, por otra parte, ya estaba contemplada en diversas leyes cuyo desarrollo no se había realizado.

Pero es triste, muy triste, que en la empresa privada, que se supone que debe de estar atenta a cualquier avance que la haga más eficiente y le permita ahorrar tiempo y dinero, sólo se adopten estas herramientas cuando nos obliguen vía legislación o nos amenacen con multas. 

Así que le tuve que decir a esta empresa que, sintiéndolo mucho, mientras la ley permita que sea su cliente quien admita o no la factura electrónica, no hay nada que hacer. Tendrán que seguir dedicando horas y más horas a gestionar papeles y euros y más euros a comprar sellos, sobres, papel, tóner.

Pero no perdamos la fe. Todo llegará y algún día la factura electrónica será obligatoria para todos, como ya ocurre en algunos países, y así la administración obligará a todas las empresas a ser más eficientes.

2 comentarios:

  1. Existen todavía muchos gerentes y responsables en empresas que siguen con su máxima " siempre se ha hecho así y me ha ido bien" y no están ni quieren estar preparados para una revolución tecnológica en sus empresas a pesar que les pueda suponer aumento de productividad y reducción de gastos. Estas son las cosas que nos diferencia de los competitivos norte europeos.

    ResponderEliminar
  2. Cierto Javier. Creo que se juntan varios factores, entre ellos que a muchos gerentes la tecnología les ha pillado "mayores", tanto física como mentalmente, y le tienen miedo a cualquier cambio, aunque el bote se esté hundiendo.

    ResponderEliminar